Hoy me ha venido a la cabeza, no sé porqué el recuerdo de mi abuelo Felipe López, en lo mucho que tuvo que sufrir en esos años carcelarios en el penal de Chinchilla de Montearagón, he pensado también en mi padre, vencido y derrotado, cuando fue cogido prisionero y montado en un camión del que fue capaz de escapar. Fueron derrotados, no convencidos y ninguno de ellos perdió la esperanza de recobrar la libertad. He pensado en ellos y en otros muchos y he recordado este viejo ¿poema? olvidado en una maleta de cartón.
BARROTES OXIDADOS -POESÍA