Al pasar por su lado
Al verla tan bella
ceso mi caminar
al ver sus labios de
amapola sonreír
con la mirada
dispersa cual pétalos
mecidos por el viento
de solano.
Con paso lento me acerqué a ella,
y mis labios a su boca fría y húmeda,
(terminaba de llover)
Quise dejarme llevar
por mi alma desierta de amores
y choqué con su boca muda,
quedándome helado.
Le dije palabras hermosas,
de las que dicen los poetas de verdad.
Dulces versos recitados
a metálicas tímpanos de bronce.
¡Oh, dolor!
Que tanta belleza no sea capaz de sentir amor.
©Paco Arenas
No hay comentarios:
Publicar un comentario