domingo, 2 de junio de 2019

El encanto de las pequeñas ferias del libro (FOTOS)


Nunca pensé que el bello rostro de Galina pudiera llegar a tantas casas.  Galina en su casa de San Petersburgo

Me gustan mucho las ferias de libros, tanto las grandes como las pequeñas. Hay algunos autores que no suelen ir a las ferias pequeñas,  pero a mi, que tengo muy grata experiencia de la gran Feria del Libro de Valencia, por dos años consecutivos, y que sin estar en la Feria del Libro de Cuenca, Magdalenas sin azúcar y Esperando la Lluvia-Cuentos al calor de la lumbre , se han agotado todos los ejemplares que llevó la Librería Clarión. No tengo la experiencia de la Feria del Libro de Madrid, a pesar de haber sido invitado, finalmente por cuestiones personales no fui.  Son muchas las cosas que me gustan en general, sobre todo este último año, el llevarme la grata sorpresa que son muchos los lectores que han escuchado hablar de Magdalenas sin azúcar, y que acuden a las ferias con el objetivo de tenerlo dedicado. 

Ayer, durante el transcurso de la Fira del Llibre de la Pobla de Vallbona me entrevistaron para la televisión municipal «La Pobla Televisió». Me preguntaron si pensaba que eran necesarias esas pequeñas ferias de el libro en las ciudades pequeñas o en los pueblos. Por supuesto que son necesarias y creo que muy positivas, siempre que no se desvirtúen o se enmascaren con otro tipo de eventos que nada tiene que ver con la cultura y se instalen en los lugares apropiados.  En estos años he ido a múltiples ferias del libro, la mayoría muy buenas y con clara implicación municipal, otras en las afueras del casco urbano en una carretera con ruidosas atracciones a la espalda. Por supuesto, son los dos extremos, y no funcionan del mismo modo una feria diluida entre atracciones de feria en una carretera, que una que se instale en el núcleo de la población, en zonas donde apetezca pasear o estar. Por supuesto, los consistorios deben mimar y convencer a los libreros para que se impliquen y estén dispuestos pasar el sábado y el domingo doce o catorce horas a la espera de la llegada de los lectores, sabiendo que no habrá mucho beneficio, pero, que son culturalmente necesarios para el desarrollo cultural de la feria, que con poca inversión, y en ocasiones casi gratis, da prestigio a los municipios en los cuales tiene lugar. 


Personalmente me gustan las ferias pequeñas por el contacto con los lectores, está claro que en las grandes ferias las ventas son mayores, especialmente los fines de semana, pero en cuanto al intercambio de comunicación entre lectores, autores y libreros es mucho mayor e intenso en la feria pequeña, que además de poder llevarse el lector el libro dedicado está eso que tanto nos gusta a los autores, al menos a mí, la foto con nuestros lectores, un bien preciado, que no siempre es fácil de conseguir, por tanto, muchas gracias a todos cuantos habéis accedido a fotografiaros conmigo, cada uno con una historia para recordar.

María Amparo, una bisabuela con muchas lecturas por delante, con mucho humor tanto ella como su marido.

Eva, su abuela era de Gascas, el pueblo donde transcurre Magdalenas sin azúcar.

Mercedes, una mujer de Salamanca a la que le gusta mucho la poesía y una nueva lectora de Magdalenas sin azúcar

El poeta Ángel de la Vara Soriano, con sus hijas

Alba, una joven promesa de la ciencia

Josë Manuel Seguí, un gran lector y amigo


Con Antonio Andújar Castro.

Con Lucia Matas y familia, raíces pinarejeras muy entrañables para mí, su abuelo Joaquín 


Con otros autores: Maribel Tirado, Antonio Andújar, Giovanna Vivian y
  Yolanda Mármol 

Nuevos lectores de Quart de Poblet


Con Maribel Tirado

Una nueva lectora de Magdalenas sin azúcar, en un día de lluvia que era difícil no pisar los charcos

Maribel Tirado, autora infantil, firmando, Antonio Andújar Castro, Alfredo Cot y Raquel Calabuig

Dos nuevos lectores de Utiel

Nueva lectora de Utiel

Javier Martínez y familia

Además de una nueva lectora de Magdalenas sin azúcar, es la bibliotecaria de Utiel, además de comprar su ejemplar, eligió un segundo ejemplar para la Biblioteca Municipal de Utiel.  


Nueva lectora de Utiel responsable de la caseta de 


A los jóvenes también les gusta Magdalenas sin azúcar



Nueva lectora de Magdalenas sin azúcar, recuerdo su nombre Rocío.

De las pocas personas que habían oído hablar de Gascas, hablamos de pájaro, en concreto de avutardas, todo un experto. 



Nuevas lectoras de Magdalenas sin azúcar.

Llevaba la bolsa llena de libros, pero esta maestra y gran lectora, no pudo resistir la tentación de llevarse Magdalenas sin azúcar.


Con Miguel Matas

Con Juanjo y Cristina amigos y lectores de mis libros

Dos nuevos lectores 

Jóvenes lectoras de Magdalenas sin azúcar

En ocasiones es preciso hacer un esfuerzo, lectora alemana de Magdalenas sin azúcar. 

Esta lectora tenía muy claro el libro que quería.

Lector de Esperando la lluvia-Cuencos al calor de la lumbre


Nuevos lectores de Magdalenas sin azúcar

Con Elisa Acebrón




Con Andrés Grande


Con la escritora Chary Ca




Magdalenas sin azúcar se puede comprar a través de Amazon aquí,
también a través del autor en Facebook

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