Padre nuestro,
que dicen que estás en los cielos…
Que no falte el pan hoy,
ni mañana,
ni nunca.
No nos dejes caer en la tentación
de cerrar puertos,
de mirar a otro lado,
de ahogar en sal la risa
de los hambrientos.
Que el pan no sea papeleta de urna
ni promesa de campaña.
Que quien huye de la guerra
no pague en vallas y concertinas,
con su sangre derramada,
tu silencio televisado.
Camina con quien ve tu rostro
en la miga que le arrancan de la boca.
Con el que se queda mirando el escaparate
de una pastelería,
o la olla vacía en el desierto de Gaza,
como si fuese un banquete
en el que sirve, sin sentarse a la mesa.
Dijiste: «No solo de pan vive el hombre»,
pero sin pan no vive nadie.
Se mueren los verbos,
se apagan las risas,
se vuelven sermón las tripas,
y los hipócritas miramos al cielo
esperando milagros.
Baja —si estás—
y echa a patadas
a los mercaderes de armas del templo,
y de los palacios a los traficantes.
Haz tu milagro favorito:
multiplica hogazas, no escaños.
Menos hostias consagradas,
más mesas largas.
Que no les falte el pan,
ni la risa,
ni la alegría,
sean del país que sean,
recen a cualquiera
de los dioses ausentes.
Hay pan para todas las gargantas,
e hipocresía para todos los corazones,
incluido el mío.
El pan nuestro de cada día,
fruto de manos y tierra,
que no les falte hoy,
ni mañana,
ni nunca.
Padre nuestro,
que dicen que estás en los cielos…
Padre nuestro, que dicen que estás en los cielos...
© Paco Arenas (un hipócrita más)
Me parece que tendremos que "apañárnoslas" sol@s😉 Feliz y venturoso año "hermano"
ResponderEliminar