Son muchos los días que sueño con aquellos tiempos en que
tenía la presencia de mis padres, aquellos tiempos de estar junto a la lumbre,
de noches a la luz de un candil.
Aquellos días que sin darte cuenta vuelven y sientes como si los
vivieses de nuevo. Aquellas botas de
agua que las disfrutabas como si fuese un juguete nuevo, aquellos días,
aquellos recuerdos que pensabas olvidados vuelven porque nunca se han ido y
conforme nos hacemos viejos, sin darnos cuenta nos acercamos a ellos provocando que en esos maravillos instantes nos sintamos como unos chiquillos chapoteando en los charcos. Son añoranzas de campesino pisando el asfalto.
Más lejos de donde la mirada llega,
mucho más allá de donde los recuerdos se pierden
para de nuevo, sin saber cómo,
se recuperan.
Más cerca del olvido
que de la certeza cotidiana,
así son los recuerdos
que muchos días regresan a mi desmemoriada cabeza.
Recuerdos que como
libros olvidados en una estantería,
o peor aún,
en un viejo baúl que se haya en un oscuro sótano,
se empecinan en volver a ser leídos.
Recuerdos de chiquillo,
Sueños de quien peina canas
Que fantasea con pisar aquellos charcos.
Poema incluido en el libro :
Las abarcas del campesino analfabeto que soñó ser poeta
Poema incluido en el libro :
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