Hoy me he llevado la sorpresa de
ver que uno de mis libros ya está siendo pirateado, precisamente el más humilde
de todos: “Las abarcas del campesino que soñó ser poeta”. Lo curioso es que no
me ha provocado ninguna reacción adversa. Es cierto que yo quiero vender,
necesito vender libros, estoy en el paro y no cobro ni un puto euro. No quiero
que me pirateen, más cuando todos mis poemas están de libre disposición para
ser leídos cómodamente en mi blog, y además con unos bonitos fotomontajes. Pero
no tengo nada que alegar, no todo el mundo, por desgracia, puede permitirse el
lujo de gastarse un euro en un libro digital o cinco en uno impreso; aunque sí
leerlo gratis en mi blog. Así que no voy a emprender ninguna acción contra esa
página que “tan alto honor me hace”. Sin embargo, sí voy a contraatacar, con esos
precios, poniendo con el margen mínimo que permite Amazon:
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