Poesía rota de un exiliado |
Cuando abandonamos la tierra en que nacimos, nunca dejamos
de soñar con el regreso, sin darnos cuentas hemos ido echando raíces en otros
lugares, de esas raíces han salido ramas que se han enredado con otras ramas de
otros árboles. Sin embargo vemos como a
medida que nos hacemos viejos nuestra mirada, nuestros pensamientos, nuestros
recuerdos nos llevan a aquellas calles en las que jugamos en nuestra
niñez. Nuestras raíces van buscado la
querencia de la tierra que nos vio nacer y sin darnos cuenta nos convertimos en
unos exiliados presos de unos recuerdos en blanco y negro que buscan el
regreso, pero que saben que ese regreso ya no es al lugar que añoramos, el
lugar ya no es el mismo, nosotros tampoco, aquel lugar que abandonamos en la
niñez, ya solo existe en nuestros recuerdos.
Salgo del pueblo y no me voy,
me convierto en marinero
y no se navegar.
Soy un náufrago perdido en el océano,
busco raíces en las plantas de mis sueños,
Como la grama que se resiste
A ser arrancada…me voy,
sin trampas pero mintiendo, me voy,
Soñando con otros barbechos,
Ni yo me creo el cuento.
He andado por el mundo
soñando la senda
infantil,
quise abrir la ventana
y vi a mi padre labrando el rastrojo.
Me convertí en pordiosero de añoranzas
Ocultas en un viejo baúl…
Roto.
Me voy buscando la luz
Del candil en una noche de tormenta
Sin ver más allá de los charcos..,
Secos.
Quise pintar el cielo azul,
pero mis pinceles eran
grises…,
en blanco y negro.
Me voy…
Regreso a recobrar lo que no tengo,
me voy buscando el aroma de la mies
de una tierra…
Seca.
Poema incluido en el libro :
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