Todos sabemos que en la Ceramo se se fabricaban de los mejores vidriados de España, al menos eso nos han contado; pero...¿cuántos los hemos visto? |
Plato con el Portalet |
Como siempre se ha dicho, La Ceramo fue una joya que fabricaba
auténticas de vidriados cerámicos apreciados en todo el mundo. Hubo un tiempo en que no había persona de
prestigio o de dinero, que no es lo mismo, que no tuviese una pieza o varias de
las producidas en La Ceramo. Rara era la casa real que en sus palacios no
tuviera alguna pieza. Por tanto, para muchos, visitar Valencia y pasarse por la
Ceramo era visita obligada. Por ella
pasaron artistas, escritores, también Carmen Collares, solo, que al igual que
hacía en las joyerías, tampoco pagaba lo que «generosamente»
le regalaban (qué remedio). Por la Ceramo también pasaron princesas de cuento,
como la famosa emperatriz de Austria, Sissi.
De ella salieron ánforas, jarrones y otros vasos alfareros con la
técnica llamada de reflejos metálicos, tuvo medallas y galardones de honor en
todas cuantas exposiciones se presentó y sus piezas se encuentran en los
principales museos del mundo. Todos los edificios emblemáticos de Valencia
fueron embellecidos con sus vidriados y reflejos metálicos, como la Estación
del Norte, El Mercado Central o el de Colón.
A pesar de todo fue a la ruina y quienes deberían haber velado por ella
dejaron que se fuese derrumbando poco a poco, ante la desidia y la indiferencia
de las autoridades de turno, a pesar de las reivindicaciones ciudadanas.
Sería conveniente que al mismo tiempo que se recupera
el edificio, una parte del mismo se dedicará, aunque solo sea como atracción turística,
a volver a producir estas joyas.