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Nieves, Merche y a mi derecha Felipe |
Mi 煤ltimo d铆a en la Feria del Libro de Valencia lleg贸 Gloria y me dijo que era maestra y escritora, pero que quer铆a regalarle Magdalenas sin az煤car a la persona que le hab铆a hecho amar la docencia y la literatura.
-Quiero
regal谩rselo a Merche, mi maestra y gracias a ella yo tambi茅n soy maestra soy
una apasionada de la lectura y la escritura.
De
inmediato me vino a la mente otra Merche adorable, maestra, gran lectora y que
escribe cosas de esas que llegan al coraz贸n, siempre con un toque de humor muy
personal.
-Espera,
no vaya a ser que sea la Merche que yo conozco.
No
lo era, por mucho que las dos sean maestras e inculquen el amor por la docencia
y la lectura con la misma pasi贸n que ponen ellas. La maestra en cuesti贸n se
llama Mercedes Laso de VALVERDE DE JUCAR
(CUENCA), muy cerca de Gascas y que como Gascas sufri贸 las consecuencias del
pantano de Alarc贸n. Su marido Felipe L贸pez, como el protagonista de «Magdalenas sin az煤car», y as铆 se present贸:
«Soy el protagonista».
Felipe
L贸pez, nacido en EL CA脩AVATE. Con 茅l y
con Merche pasamos una estupenda tarde de charla, que seguro repetiremos.
Tras
la lectura de «Magdalenas sin az煤car» me han regalado esta hermosa rese帽a, de
esas que llegan al coraz贸n.
«饾檲̲饾櫀̲饾櫆̲饾櫃̲饾櫀̲饾櫋̲饾櫄̲饾櫍̲饾櫀̲饾櫒̲ 饾櫒̲饾櫈̲饾櫍̲ 饾櫀̲饾櫙̲饾櫔̲́饾櫂̲饾櫀̲饾櫑̲»
Hemos tenido la suerte de «saborear», Paco, tus «Magdalenas sin az煤car», a pesar de lo cual, nos han sabido a gloria.
Calificar este libro de genial, aunque duro, es quedarse cortos ya que nos ha permitido vivir en cada una de sus l铆neas esa parte de la Historia que, a los que tenemos cierta edad, nos hace rogar a Dios o al Universo que nadie m谩s en el mundo tenga que vivir esas circunstancias que obligan a las personas a arrodillarse por la locura de quienes se sienten poseedores de una verdad que ahoga la libertad y el amor. Incapaces de leer una mirada, de sentir el dolor ajeno, de amar y, en definitiva, de respetar a todo ser humano, sea cual sea su forma de pensar, de sentir y de vivir.
Han sido muchos los momentos en que la emoci贸n ha hecho que nos resultara muy dif铆cil contener las l谩grimas y, quiz谩s, imitando a Mar铆a Flores, hemos tragado la rabia ante la injusticia que sufren Felipe y Miguel. Nos hemos solidarizado con Clara, Antonia, Gervasio y Venancio, v铆ctimas inocentes todos ellos de la arbitrariedad de quienes tienen el poder de la fuerza que no la fuerza de la raz贸n. Con ellos y por todos ellos, hemos lanzado nuestra mirada al cielo preguntando ¿por qu茅?
A pesar de que, como dec铆a Plauto, “el hombre es un lobo para el hombre”, hemos sentido y vivido el amor y la libertad que so帽amos desde ni帽os y, por desgracia, la envidia, la codicia, la avaricia, el odio y el rencor, armas de destrucci贸n de los miserables; as铆 como la bondad de quienes se tiran al monte para defender la dignidad que es inherente a todos los seres humanos.
Gracias por la destreza en el uso de las palabras directas, sin artificios. Gracias por reflejar la esencia de la gente del pueblo, y gracias por hacer de «las magdalenas sin az煤car» un alimento de amor en torno a una mesa cuyo plato principal es la libertad en todas sus vertientes: ideol贸gica, afectiva, religiosa...
¡Y qu茅 acierto el de Nieves al elegir el nombre para el libro! Es un t铆tulo que ocupa desde ya un lugar especial en la estanter铆a de nuestra casa.
Gracias. Gracias por ayudar a comprender una 茅poca que Dios quiera que jam谩s se repita.
Felipe L贸pez Moreno
Muchas
gracias, Mercedes y Felipe
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