lunes, 16 de diciembre de 2013

El día que nací yo



Cuando mi madre se quedó embarazada, por octava vez de mi padre, no se lo podían creer. Ya no estaban en edad de tener hijos, llevaban más nueve años dale que te pego sin quedarse embarazada. Por aquellos lejanos tiempos no existían medios anticonceptivos, ni tampoco televisión.  Así que, cuando se le retiró la regla a causa del embarazo, pensaron que el río bajaba seco; pero no.   La Vicenta, comenzó a engordar, y allá a mediados de Diciembre este cabezón, el último de la fila, dijo:

     Aquí estoy yo.

El día que nací yo, no sé si nevaba, o llovía, dicen que de todo hubo ese día, agua, nieve y aguanieve, lo cierto es, según  cuentan, hacía un frio de tres pares….  Sin embargo, yo, que nunca fui valiente; pero sí muy inconsciente, así sigo,  y sobre todo cabezón, me dio por salir. 

Con lo calentito que estaba en el vientre de la Vicenta, debería haberme esperado al mes de abril, que es mi mes favorito, pero en ese caso habría sido más largo el embarazo que el de una burra, que es de once meses, y no era cuestión, que había que hacer los chorizos y la matanza, coger la aceituna y preparar la boda de mi hermana Dolores.   Así, cual Indiana Jones, llegó Paco Jones, dando guerra, y eso que presumo de pacifista. Menos mal que el tan Indiana, no se llamaba Paco, sino…

Mi nacimiento vino precedido de la polémica: ya eran siete los que había parido la Vicenta, cinco muchachas y  dos muchachos, y, a sus 48 años.  Una de mis hermanas, la Dolores, a sus 26 años  estaba a punto de casarse con Victorio Romero; y,  la segunda, la Felipa,  andaba con novio, José Melero.

     Solo falta que sea una chiquilla, como sea otra chiquilla no la vamos a querer. – Regañaban, mis futuras hermanas.

Pero no, que de algo me enteraría yo, si no tenía colilla, por si acaso me la implante, no fuese a ser que no me quisieran.  Además, fui muy pronto tío, pero tío, tío, que diez meses después, mi hermana Dolores, que se casó doce días después de nacer yo, el día de los Santos Inocentes, dio a luz una preciosa chiquilla, así que sin saber todavía andar, ya era todo tío… ¡Toma Ya!

En mi casa no eran de mucho cristianar, así que no pusieron mucho interés en comunicar el acontecimiento al cura de los capones, y por lo que pudiese pasar, lo comunicaron un día después, diciendo que había nacido ese día, por lo cual según la partida de nacimiento nací el 16 de diciembre y según la partida bautismal el 17 de diciembre. 

Así que el 28 de diciembre, día de Los Santos Inocentes, hubo cuatro celebraciones, boda de mi hermana Dolores, cumpleaños y onomástica de mi hermana Inocenta y bautizo de este menda, que según cuentan, yo no me acuerdo, me comí la sal que me dio el cura en la pila bautismal, y eso que no soy muy salado.

Tocó la cuestión del nombre, una tía, hermana de mi padre se llamaba Francisca, murió antes de yo nacer, por eso no tuve el placer de conocerle, que a su vez tenía un tío, que se llamaba Francisco, hermano de mi abuelo Lorenzo. Francisco fue el abuelo de Isidoro Pérez, El Correo. Todas las cartas estaban destinadas a que me llamase Francisco, pero por entonces, en mi casa no estaba bien visto, llamándose el dictador también Francisco. Sin embargo mi padre, que quería mucho a su hermana, dijo que bueno, que en lugar de Francisco, bien me podía llamar Paco.  Y así fue, como siempre fui Paco, desde nacimiento, hasta el punto que incluso cuando debo dar mi nombre en estamentos oficiales, siempre digo Paco, otra cosa es lo que el funcionario escriba.

Han pasado ya muchos años, he ido dejando en el camino multitud de Pacos, y a pesar de los palos recibidos, todavía miro el futuro con una sonrisa, intentando decir siempre lo que pienso, aunque de cada dos palabras me equivoque en tres; pero que le vamos a hacer. Así que en el día de hoy, me felicito a mí mismo y me digo:

¡Paco´s Feliz Cumpleaños!

Deseando a quien me quiera bien, que lo vea…eso sí, en buen estado de salud.


5 comentarios:

  1. Feliz cumple, Paco. Genial tu evocación del día en que empezaste a ocupar tu lugar en el mundo. Desde has hecho notar y seguirás haciéndolo. Y tus seguidores lo presenciaremos.

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    1. Disculpa, quería decir, desde entonces te has hecho notar y seguirás haciéndolo.

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  2. María Nieves, muchas gracias. No creas, siempre he procurado pasar desapercibido.
    Un abrazo

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  3. Menos mal que la Vicenta comenzó a engordar y no fuera que el río bajase seco, porque si no, nos perderíamos estos relatos tan bien escritos, y eso que de dos, confundes tres, muy bonito!!!!

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    1. Muchas gracias Arantxuki,algo corría por el río Rus, que es el que pasa por mi pueblo, más veces seco que con agua, y siempre fui cabezón, y al final, logré el objetivo de salir del cascarón.

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