Solo puedo dar gracias.
Fue un día de nervios, primero la radio,
después por la tarde de un lado para otro con la sensación de no llegar a
ninguna parte. El Wasap sin para de sonar, de gente que me decía que no podía
ir. Nervioso las horas previas, unido a mi despiste endémico, hasta de las
gafas me olvidé, también de los marca -páginas hice para la ocasión.
Estuve rodeado por gente maravillosa, Antonio
Andújar Castro, novelista, autor de "Bib Rambla, el silencio habitado de
las casas", "La vida partida en dos", acompañado de nuestro
común amigo, Eugenio Hetero Géneo, en la mesa una increíble María Nieves
Michavila Gómez, escritora e investigadora, autora de un magnífico libro de
investigación "Voces desde el más allá de la historia", que será
presentado en la Universidad el próximo 4 de mayo. Lola Gozálvez, técnica de la
Biblioteca de Burjassot, en su línea, muy bien. Lola Pérez, es una mujer
fascinante y comprometida, que nos recitó dos magníficos y emotivos poemas
contra la violencia machista. Núria Martínez, es como mi hermana, no solo
coincidimos en apellidos, sino en muchas cuestiones más, y Silvana, la hija de Núria,
es un diamante en bruto, a pesar de sus pocos años apunta maneras muy
prometedoras, de tal palo tal astilla. Comparto también apellidos con el gran
pintor Jesús Martínez López, y su esposa Emi, Diego B. Escrivá, mi vecino y
amigo, lo mismo digo, luchador, trabajador y comprometido, Rocío Pastor, una
curranta de la cultura. Maria Maria Tatay Galvany tampoco a su marido Juan, ni
a su hijo, que me dijo que no pudo acudir. Sin olvidar a Eva verduras y a Pedro
Bolunda y su hija María Boluda, fallera mayor de una falla de Benicalap y que
fue entrenándose para la ofrenda, andando hasta Burjassot. Mi vecino Jaime y a
su hijo. Miguel Badia, que aguantó el sermón de este predicador laico. La
presentación tuvo algo de internacional, con dos representantes argentinos,
Gustavo y su esposa Merche, (española) Jorge de una editorial y su compañera
Isabel. Mis paisanos me dieron una gran alegría con su presencia, Francisco
Navarro Culebras, Antonio Diana, y también Francisca, Juliana, Santiago y el
marido de Ángela y su marido Donato, me dieron alegría, porque como dije;
aunque fui arrancando de allí, siendo un crío, mis raíces son muy profundas y
cada día me tiran con más fuerza hacia el "Majano".
Por supuesto muy agradecido a los fotógrafos,
Carlos y Javier, a mi vecina de cama y compañera de mi vida, Mari Nieves, y a
todos aquellos que no tienen Facebook y no leerán esto, y también a todos
aquellos que quisieron ir y por una u otra razón no pudieron, por supuesto a
las muchas personas que han comprado el libro en formato físico y digital.
Muy agradecido.
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