martes, 9 de mayo de 2017

La madre superiora del Monasterio de la Sagrada congregación del Tres per cent i molt més



Conocí a la Reverenda Madre Superiora del Monasterio de la Sagrada congregación del  Tres per Cent i Molt Més, y al prior Mayor, en la Iglesia arciprestal de San Mateo, un espléndido templo con mucha historia entre sus piedras. Fue en un día de lluvia torrencial y nos habíamos refugiado en el interior de la iglesia, donde de todos modos teníamos pensado entrar para disfrutar de   la belleza de la misma.  Me encontraba tan embelesado, que no me percaté de que no estábamos solos en el interior del templo.
—Mira —me hizo un gesto mi mujer —creo que los he visto en la televisión, pero no sé quiénes son.
Yo que no tengo el don del disimulo, me giré y me quedé sin palabras, al instante los reconocí y los saludé interrumpiendo sus piadosas plegarias. Mi mujer me miró recriminándome por mi poco tacto. 
—No passa res, no passa res[1] —intentó quitarle importancia mosén Pujol, levantándose tras persignase, dando por finalizada la oración y el recogimiento.
Bon dia tinguin vostès. Estem acostumats[2] —. Dijo condescendiente la reverenda madre Sor Marta Ferrusola.
No pude menos que acercarme, y tras disculparme, saludar a tan piadosa pareja, estrechando la mano a mosén Pujol y dándole dos besos a Sor Marta, que respondieron con una amabilidad exquisita. Charlamos en castellano de cosas triviales, de la belleza de San Mateo, de las bellezas de Cataluña y de España. Nos comentaron que ellos eran unos enamorados de viajar por España, pero que desde que mosén Jordi estaba de president de la Generalitat, no podían hacerlo, porque siempre se encontraban con un “cap boja”[3], que se empañaba en separar a Cataluña del resto de España.
Fan més mal els separadors que els separatistes[4]—. Me atreví a decir en mi mal catalán.
Espanya i Catalunya són meravelloses, si no fos per les males caps que s'entesten a dividir-nos[5]—. Dijo mosén Pujol.
Viendo el gesto de mi mujer, al ver que la conversación corría el riesgo de pasar del castellano al catalán, muy sagaz, sor Marta, repitió lo dicho por mosén Jordi, en castellano.  Mi mujer, automáticamente le dio las gracias y dijo que tranquila, que entendía bien el valenciano. A pesar de todo continuamos en castellano el resto de la conversación, la cual se desarrolló con gran amabilidad. Nos dijeron que solían ir a Sant Mateu bastante a menudo por ser uno de los lugares más tranquilos que conocían. Nos recomendaron algunos lugares de interés de la provincia de Castellón, nos despedimos y ellos continuaron con sus piadosas oraciones.
Por entonces, mosén Jordi era el sostén del gobierno del Gran Priorato del Cardenal Mayor de España, su Ilustrísima don José María Aznar, el cual hablaba catalán en la intimidad, para así poder llenar mejor las arcas de desiertos no muy lejanos. 
Poco sabíamos entonces que ambos pertenecían a la misma cofradía del “Tres per cent i  més”, y del “Tres por Ciento y Mucho Más”.  

 Paco Arenas



[1] No pasa nada, no pasa nada.
[2] Buenos días tengan ustedes. Estamos acostumbrados.
[3] Cabeza loca.
[4] Hacen más daño los separadores que los separatistas.
[5] España y Cataluña son maravillosas, si no fuese por las malas cabezas que se empeñan en dividirnos

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