Conocí a la Reverenda Madre Superiora del Monasterio de la Sagrada congregación del Tres per Cent i Molt Més, y al prior Mayor, en la
Iglesia arciprestal de San Mateo, un espléndido templo con mucha historia entre
sus piedras. Fue en un día de lluvia torrencial y nos habíamos refugiado en el
interior de la iglesia, donde de todos modos teníamos pensado entrar para
disfrutar de la belleza de la misma. Me encontraba tan embelesado, que no me
percaté de que no estábamos solos en el interior del templo.
—Mira —me hizo un gesto mi mujer —creo que los he
visto en la televisión, pero no sé quiénes son.
Yo que no tengo el don del disimulo, me giré y me
quedé sin palabras, al instante los reconocí y los saludé interrumpiendo sus
piadosas plegarias. Mi mujer me miró recriminándome por mi poco tacto.
—No passa res, no passa res[1] —intentó
quitarle importancia mosén Pujol, levantándose tras persignase, dando por
finalizada la oración y el recogimiento.
— Bon dia tinguin vostès. Estem acostumats[2] —. Dijo
condescendiente la reverenda madre Sor Marta Ferrusola.
No pude menos que acercarme, y tras disculparme, saludar
a tan piadosa pareja, estrechando la mano a mosén Pujol y dándole dos besos a
Sor Marta, que respondieron con una amabilidad exquisita. Charlamos en
castellano de cosas triviales, de la belleza de San Mateo, de las bellezas de
Cataluña y de España. Nos comentaron que ellos eran unos enamorados de viajar
por España, pero que desde que mosén Jordi estaba de president de la
Generalitat, no podían hacerlo, porque siempre se encontraban con un “cap boja”[3], que se
empañaba en separar a Cataluña del resto de España.
— Fan més mal els separadors que els separatistes[4]—. Me atreví
a decir en mi mal catalán.
— Espanya i Catalunya són meravelloses, si no fos per
les males caps que s'entesten a dividir-nos[5]—. Dijo
mosén Pujol.
Viendo el gesto de mi mujer, al ver que la
conversación corría el riesgo de pasar del castellano al catalán, muy sagaz,
sor Marta, repitió lo dicho por mosén Jordi, en castellano. Mi mujer, automáticamente le dio las gracias
y dijo que tranquila, que entendía bien el valenciano. A pesar de todo
continuamos en castellano el resto de la conversación, la cual se desarrolló
con gran amabilidad. Nos dijeron que solían ir a Sant Mateu bastante a menudo
por ser uno de los lugares más tranquilos que conocían. Nos recomendaron
algunos lugares de interés de la provincia de Castellón, nos despedimos y ellos
continuaron con sus piadosas oraciones.
Por entonces, mosén Jordi era el sostén del gobierno del Gran Priorato del Cardenal Mayor de España, su Ilustrísima don José María Aznar, el cual hablaba
catalán en la intimidad, para así poder llenar mejor las arcas de desiertos no muy lejanos.
Poco sabíamos entonces que ambos pertenecían a la misma cofradía del “Tres per cent i més”, y del “Tres por Ciento y Mucho Más”.
Poco sabíamos entonces que ambos pertenecían a la misma cofradía del “Tres per cent i més”, y del “Tres por Ciento y Mucho Más”.
Paco Arenas
No hay comentarios:
Publicar un comentario