lunes, 8 de enero de 2018

No te lo perdonaré jamás, jamás, jamás…



Carmena la ha vuelto a liar,  ante la indignación de  garrapatas y parásitos de dos patas  de diverso pelaje vuelve a llenar con niños en riesgo de exclusión social el palco VIP de la cabalgata .

En un rincón del amplio salón un gran árbol de Navidad, que llega hasta el techo, con adornos de algodón cosidos con hilos dorados de auténtico oro, no en vano, el marido de la marquesa de Garrapata lleva en el Ministerio de Fomento muchos años cobrando comisiones del 3% y más. Un compresor eléctrico y silencioso fabrica muñecos de nieve, que se funden al contacto con las luces de led, para de nuevo volver a caer sobre árbol y regalos de manera constante. Unas lámparas proyectan sobre el salón motivos navideños, plasmando el espíritu navideño por todo el salón, que junto con una decoración exquisita y la calefacción excesivamente alta podemos darnos cuenta que estamos en la casa de personas con posibles, donde el lujo está estudiado hasta el más mínimo detalle, sin dejar nada a la improvisación, no en vano Cayetana, Marquesa de Garrapata, pertenece a la más alta nobleza española, entroncada con los grandes de España y con la mismísima Casa Real.

  De fondo se escuchan villancicos de Raphael, y risas de niños, que están en el cuarto de juegos.   Vemos a Cayetana, Marquesa de  Garrapata vestida con un espléndido vestido de Victorio y Luchino de color rosa pálido con tonos azules cielo, muy elegante con transparencias que dejan ver una también muy elegante ropa interior a juego con el vestido. La marquesa de Garrapata en teoría debería estar impregnada por el ambiente navideño que hay en toda la casa, por lo bien que le va la vida al menos en apariencia, sin embargo  Parece nerviosa, se encuentra revisando unos papeles que hay sobre la mesa; pero no encuentra los que busca.

— ¡Ambrosio! – Grita la señora marquesa llamando a su mayordomo.

Este acude solícito y sumiso, sabe que la señora marquesa tiene muy malas pulgas y qué anda resabiada porque en los últimos meses su marido, el Marqués consorte no le hace el amor todo los que ella necesita, y hay comentarios, incluso ha llegado a hacerse eco la prensa de las vísceras, que anda liado con una guapa modelo .20 años menor que él. Doña Cayetana no quiere creerlo, ella es todavía muy hermosa, aunque es preciso aclarar que ya ha pasado por el quirófano en unas cuantas ocasiones, desde caderas, celulitis, pecho, papada labios, cejas y orejas de soplillo, todo su cuerpo y facciones han sido retocadas, no siempre con alegres resultados, pero el dinero esas menudencias las soluciona de manera rápida y efectiva.  Pero la señora marquesa de Garrapata está espléndida porque ella tiene mucha clase, como corresponde su  alto linaje y buena alimentación.   

—Dígame la señora marquesa…

—¿No se supone que deberías  tener ya listas las credenciales para el palco VIP de la cabalgata de Reyes?

— Sí, señora marquesa,  le dije al señor marques que este año me han contestado del Ayuntamiento que no hay zona vip, ni palco, ni  siquiera sillas.

—¡Por Dios y la Virgen! —Suspirando profundamente, como si se estuviese ahogando en un acto supremo de intentar mantener la calma —Si acabó de pasar por Cibeles y ya están montado los palcos. Hay tres camiones descargando sillas…

 —En el ayuntamiento me han dicho que este año no había invitaciones para el palco VIP. Bueno en realidad, me han dicho que no habrá invitaciones para quienes han estado estos años en el palco VIP…


—¿Cómo? —Grita histérica la marquesa - Esto no me puede estar pasando a mí. ¿Has hablado con la señora marquesa de Mamandurrias? Ella ganó las elecciones…

—Sí, señora. Recordará usted que a pesar de ello fue elegida Manuela Carmena. La señora marquesa de Mamandurrias es la jefa de la oposición...

—Pacto de perdedores… ¿pero has hablado con ella? Algo podrá hacer, mi Cayetanita no puede quedarse sin que le entregue Gaspar el regalo en el palco VIP,  no me perdonaría en la vida. Siempre se han acercado los Reyes magos a repartir los regalos al palco de la gente decente…, desde que nació ha sido así, no se pueden cambiar las tradiciones de la noche a la mañana…

—Este año, según me han dicho en el ayuntamiento el palco vip y las sillas vip serán ocupadas por personas especiales…

—¿Cómo? ¿ Más  especiales que nosotros, la flor y nata de la sociedad madrileña?

—Personas especiales —titubea el mayordomo —especiales... ¿Me entiende usted, señora? Duda el mayordomo – como mi hija Almudena…

—Acabemos, subnormales. —Corta en seco la señora marquesa, suspirando nuevamente, alzando los brazos al cielo. —¡Dios!¡Dios! y que te redios…a los subnormales ahora les llaman…

—Especiales, señora, especiales…, son personas especiales

Subnormales, de toda la vida de Dios ¿Para qué coño quiere estar una subnormal como tu hija en el palco de la gente importante…?

—A mi hija también le hace ilusión señora..., nunca la hemos podido llevar, con la silla de ruedas, nunca la hemos podido llevar porque los palcos y las sillas estaban delante y este año…

— ¿O SEA, QUE VA A ESTAR TU HIJA?

—Sí, creo que sí…

— ¿Y TÚ LO SABÍAS?

—No señora, bueno sí, un poco...

—Sí o no, ¿cómo quedamos?

—Señora, madrugo mucho para llevar a su señor esposo a Azuqueca,después vengo y llevo a la niña  al colegio del Pilar, a continuación la recojo a usted para llevarla al centro de belleza…y por la noche lo mismo… llegó a casa dormido…

—No, no, no y no. No digas nada. Está claro, estamos manteniendo a un vago bolivariano… Sólo hace falta que me digas que has votado a la impresentable despeinada de Carmena…

—No señora, no pude ir a votar, estuve todo el día a su servicio…

—Mejor. A saber, a quién hubieses votado. Los pobres sois unos ignorantes…¡Ah! otra cosa, mi hija tiene que estar en el palco VIP, así que tú verás cómo te las apañas, utiliza tus contactos bolcheviques o bolivarianos…; pero sí o sí,  mi hija tiene que estar en el palco vip, como todos los años…

—No puede ser señora, mi hija es especial, la suya VIP, este año los palcos son para la gente VIS (Very important Specials) y mi hija es una persona muy especial y yo estaré con ella.

—Pues va a ser que no, nos tienes que llevar a la cabalgata…al palco VIP o VIS ¡Dios, que ordinariez!  O te quedas sin trabajo, pasado mañana…

Ambrosio, parece que duda, se ajusta la corbata, nota que le falta el aire, la marquesa de garrapata sonríe segura de su triunfo. El mayordomo echa mano al bolsillo y saca un pañuelo, se seca el sudor, a pesar de ser pleno invierno, el salón y toda la casa tiene la temperatura perfecta controlada de manera domótica en la temperatura ideal de 23 grados.  Ambrosio suda, se limpia el sudor y guarda el pañuelo, saca ahora la cartera, de la misma extrae tres boletos, los mira fijamente, mira a la señora marquesa, que ya está con la mano extendida, se los enseña y los vuelve a introducir en la cartera.   Se quita el delantal y lo dobla muy cuidadosamente. Se acerca a la marquesa que todavía no ha salido de su sorpresa y se lo entrega en mano.

—Tranquila, no es necesario. Me voy yo ahora…, asuntos propios, pasado mañana volveré a trabajar…

—No puedes, me tienes que llevar al gimn..., tengo fitness..., no te pienso despedir hasta pasado mañana…

—Disculpe señora, se me olvidaba — le corta el mayordomo, sacando las llaves del coche del bolsillo —aquí tiene las llaves del Jaguar de la Gürtel, y también estas, son del Testa Rosa, lo suele llevar la amante de su marido.

— ¡QUE! ¿CÓMO TE ATREVES?

—Pues eso, que está usted mal folla y por eso le gusta joder. ¡Buenas tardes! Pasado mañana regreso a trabajar, y con aumento de sueldo, sino del mismo modo que usted ya sabe que su marido folla con otra, se sabrán otras cosas…

—Que no he cogido el coche desde que…

—Desde que se sacó el carné, ya lo sé, y no es que se lo sacase, que se lo dieron porque el director de la autoescuela se lo regalo a cambio de una concesión a su cuñado...y algún favorcillo suyo...ya sabe, pasado mañana quiero aumento de sueldo.

—¡Populista!

Ambrosio se encoge de hombros y sale por la puerta, dejando a la señora marquesa de Garrapata muy alterada. Con su hija y unas amiguitas mirando la escena con los ojos abiertos como platos.

—Impresentables populistas, utilizan a los niños  sub... para ganar votos...

Día 5 por la tarde, día de Reyes. Los palcos que antes eran VIP (Very Important Parasites), han pasado a ser VIS (Very Special People). Y por supuesto son ocupados por niños especiales se sientan en los palcos y sillas vip y primera fila aquellos que de otro modo no podrían asistir a la cabalgata de Reyes, acompañados de sus padres.  A unos metros, entre una inmensa multitud de gentes apelotonadas, junto con la gente que todos los años acude a la cabalgata, podemos ver gente que antes ocupaba los antiguos palcos VIP y las 1800 sillas dispuestas para la llamada hasta entonces gente VIP. Todos apretujados, unos contra otros pugnan por situarse en las primeras filas, han conseguido que al menos la delegación del Gobierno habilite una zona protegida por la policía nacional, para que además de haber perdido el privilegio del palco VIP (Very Important Parasites) no se vean obligados a mezclarse con lo que ellos llaman la gente ordinaria. Pero el espacio es reducido, para lo que están acostumbrados y los codazos, pisotones y empujones se reproducen por doquier, intentando sacar la cabeza entre la multitud.  Se escuchan maldiciones impropias de personas que se consideran a sí mismas de muy buena educación, la flor y nata de la sociedad madrileña, que ha estudiado en los mejores colegios y universidades del mundo, sin embargo los insultos y la bajezas a la hora de posicionarse no son las que se ven frente a ellos, donde se encuentran las capas populares de Madrid, una mezcolanza multiétnica, acostumbrados de toda la vida a esas aglomeraciones, pero ellos no están acostumbrados y se nota. 

La señora marquesa de Garrapata y su hija, que no están acostumbradas a los codazos, pisotones y puñetazos de la gente VIP, están relegadas a los últimos de la fila. Justo cuando va a pasar el rey Gaspar, un hombre sube a una niña a sus hombros, con lo cual evita toda posibilidad de que la señora marquesa y su hija puedan ver a Gaspar y el resto de los Reyes Magos. Por encima del griterío y de los gritos de júbilo de los niños que sí pueden ver a los Reyes Magos, se escucha la voz de pito de la señora marquesa de Garrapata:

—Imbécil, baje a esa cría de los hombros, ¿no ve que no deja ver a mi hija?

El aludido se gira ligeramente, dejando ver sus ojos saltones y su ridículo bigote hitleriano, reconoce a la señora marquesa, siempre la tuvo a su lado en palco VIP. La marquesa palidece…

—Perdón, perdón, señor presidente, perdone usted, a sus pies.

—Mamá, no puedo ver a Gaspar, me prometiste que lo vería. No te lo perdonaré jamás, jamás, jamás…

"Advertencia":

Los hechos y personajes que aparecen son ficticios, cualquier similitud la realidad es pura coincidencia. Sin embargo, aquellos seres humanos, parásitos o garrapatas que se sientan identificados tienen plena libertad de adoptar personalidades y actitudes descritas en este relato."


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