miércoles, 6 de mayo de 2020

Las otras madres



A las otras madres, a las madres de nuestros hijos, de nuestros nietos, sean hijas o nueras.

Añoramos el potaje de nuestras madres, el pan, la malta, las caricias, y hasta los besos...

Lloramos su ausencia como puñal clavado al despertar el alba, sentimos la perdida infancia cabalgar por nuestras sienes.
Tan ciegos, tan egocéntricos, que no vemos el potaje caliente sobre la mesa, el café que nos despierta cada mañana, las caricias que nos apaciguan en la noche, los besos que calman nuestra sed, la infancia de nuestros hijos que juegan a nuestro alrededor, la infancia que nos perdemos...,

Ignoramos a esas otras madres, a las de nuestros hijos, y en ocasiones hasta las matamos...

Siempre hay y habrá un hilo de memoria para recordar al vientre amado que nos engendró, siempre debería haber un vestido de besos y caricias para la madre que nos hace padres, abuelos..., para esa madre que calma cada mañana nuestra sed, que llena nuestro corazón de alegría.

Sí, no hay día que no recuerde a mi madre, tampoco día que no desee y bese a la madre de mis hijos.

Gracias a la primera por enseñarme a ser hijo, y a la segunda por estar a las duras y a las maduras, por quererme como yo la quiero, y por ser la madre de los dos seres que más queremos en este mundo.

©Paco Arenas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...