—¿Y tú qué vas a votar? —Preguntó el anciano a su borrico.
—Yo soy un borrico y no tengo DNI, pero tengo memoria.
—¡Copón! A mí me pasa lo contrario, tengo DNI y me falla la
memoria. Estamos apañados. Entre los dos hacemos uno bueno.
—Siendo español es algo muy normal, la memoria es algo que no
prodiga en estas tierras —rebuzna el borrico subiendo la cuesta.
—Será por la sequía…—caviló meditabundo.
—¿Qué tiene que ver la sequía para tener memoria a la hora de
ir a votar? —Se paró el borrico en seco.
—La sequía mental, quería decir…
—Más que la sequía es por culpa de la tormenta de los medios
de manipulación masiva. Las mentiras y bulos que os meten a través de la caja
tonta, yo seré borrico, pero tengo claro muchas cosas, por ejemplo, la tontuna
que has hecho de poner alarma en tu casa…
—Por los okupas…—contestó pensativo el anciano.
—¿Tú te has enterado de alguien que conozca a alguien que
tenga un primo que a vez tenga un primo que conozca a alguien que tiene un
primo que le ha contado que conoce a uno que tiene un primo a quien según
alguien dice le han ocupado la casa?
—No.
—Pues eso. El noventa y nueve, coma nueve y medio de las
noticias que dan sobre los okupas, son noticias falsas pagadas por las mafias
que instalan alarmas y se benefician de los que son más borricos que yo…
—¿Tú crees? —Dudó el anciano.
—Y tanto. Tienes siete hijos en distintos puntos de España,
nadie te ha contado ningún caso, pero la mitad hablan de los okupas, que te
puedo asegurar que son personajes de ficción… Todo mentiras y bulos de los
medios de manipulación y de la mafia política. No obstante, a tu hijo Damián y
a tu hija Amparo los desocuparon de sus casas a ellos y a sus familias porque
debían media docena de cuotas de la hipoteca. Les robaron las casas y los
molieron a palos. Eso era mucho peor que esto de los okupas, además a tres de
tus hijos los despidieron del trabajo gracias a aquella nefasta reforma laboral
que mandó a la calle sin derechos a muchos que tenían más de cuarenta y cinco años para meter de becarios como esclavos a sus hijos. Recuerda,
recuerda, que para votar, tan importante como el DNI es la memoria.
—Me estás liando, para ser un borrico…
—Un borrico sin DNI pero con memoria. Por ejemplo, ¿de qué se
habla en estas elecciones? Piensa que son locales y autonómicas…
—De ETA. No se habla de otra cosa.
—¿Y qué tiene que ver ETA con las municipales y autonómicas?
ETA hace doce años que no existe. De Cataluña ahora no hablan porque está la
cosa tranquila. De Venezuela tampoco porque en Brasil la derecha intentó dar un
golpe de Estado, en Perú lo han dado y llevan cientos de asesinatos. ¿A que en
la televisión, la radio y la prensa no se habla de la dictadura peruana y sus
crímenes? Tampoco nadie habla del genocidio que está cometiendo Israel con
Palestina. No les interesa. ¿Qué les queda? Resucitar a ETA, la necesitan
porque no tienen argumentos. Si se habla de ETA no se habla de que se gastaron
ciento setenta millones de euros en un almacén que no costó ni la cuarta parte
y no sirve para nada. Yo te digo que se han ido por el sumidero más de cien
millones de euros, muchos más, pero todos callados como putas en Cuaresma. Si
se habla de ETA no se habla de los siete mil ancianos que condenaron a morir
sin asistencia por decreto. Si se habla de ETA no se habla de los negocios o
estafas de las mascarillas llevada a cabo por familiares y amiguetes de
políticos. Si se habla de ETA, no se habla de los recortes en la Sanidad
Pública para hacer negocios privados. Si se habla de ETA, no se habla de los
sesenta y cinco mil millones que robaron de la hucha de las pensiones para
regalárselos a las mafias bancarias. Por cierto, ¿qué te subieron de pensión
cuando estaba el misterioso M.Rajoy?
—Cincuenta céntimos de euro.
—¿Y cuánto te han subido este año?
—Ciento diecinueve euros…
—Pues saca la cuenta.
—No hace falta.
—Pues eso.
—Pero España está muy mal. Hay que pensar en los hijos y los
nietos… —volvió a la carga el anciano.
—Llevas razón, por eso no debes caer en la trampa de quienes
te engañaron antes y pretenden engañarte otra vez.
—¿Y los precios? ¿Qué me dices de los precios, de la luz, del
gas de los alimentos, de todo? —Preguntó el anciano.
—Ahí te voy a dar la razón. Los precios han subido una
barbaridad. Con este gobierno hubo una pandemia, como en todo el mundo, hubo un
volcán, se incrementó la guerra del Dombás y se extendió a toda Ucrania al
invadir el fascista de Putin Ucrania, pero tampoco me fio mucho de Zelenski,
que no me guarde la simiente de ninguno de los dos. Con esa guerra subió o más
bien, las mafias aprovecharon para subir los precios del aceite, el gas, la
luz, el petróleo y los alimentos. Gracias a la «Excepcionalidad Ibérica» del
Gobierno, bajó la luz y el gas. Los alimentos es harina de otro costal. El
cincuenta y cinco por ciento del mercado alimenticio está controlado por cinco
empresas que actúan como mafias y se han puesto de acuerdo para subir los
precios y a lo mejor, de paso derrocar al gobierno y poner a los que ya te
engañaron.
—¡Copón! Me dejas turulato. Te podías presentar a presidente.
Te votaría…
—Yo soy borrico, no tengo DNI, no me puedo presentar a las
elecciones. Si pudiera presentarme, ya que me pongo, me presentaría a
presidente, pero de la República, pero ya ves, no puedo ni votar… ¿Y tú a quién
vas a votar?
—Sabes que soy zurdo y ni Trump ni los tramposos me gustan y a
mí me falla la memoria, tengo DNI, pero tú me has hecho recordar que no debo
ser un borrico.
—Pues ve bajando del borrico de la ignorancia. Sólo necesitas
para votar DNI y memoria, no te olvides. Y ahora me convidas a una cerveza
fresca o mejor a un cubo, que esa es otra. España está muy mal y los bares
llenos...
©Paco Arenas
Paco Arenas, sus libros y relatos
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