Una vez cierta persona quiso insultarme llamándome : "intelectual de veinte céntimos", no me considero intelectual, sino un trabajador comprometido con su entorno que intenta expresar lo mejor que sabe lo que siente y piensa, sin miedo a equivocarme, que es lo más fácil, tampoco a otra cosa que a no ser honrado con quien me rodea, y sobre todo, conmigo mismo. ; Me hizo gracia el insulto. 20 céntimos, son 32 pesetas, yo al diseño de esta máquina de escribir le he puesto dos pesetas, que dejan claras mis intenciones, os recomiendo que le echéis un ojo, o los dos, uno a cada peseta.
Por otro lado he colocado tres gorriones, uno de ellos en color, no hay dos sin tres, y yo quiero lo mejor para mi país, un país con futuro, no con ocultadores del pasado, ladrones del presente e hipotecadores del futuro de nuestros hijos.
Están mis dos novelas publicadas: Los manuscritos de Teresa Panza, Caricias rotas. Mi libro de poemas: Pisando barro, soñando palabras, y mis adaptaciones de La Celestina y el Lazarillo. También mis dos novelas escritas y todavía no publicadas, pero sí registradas.
Decir, que he elegido el humilde gorrión como emblema, sólo es capaz de vivir en libertad. Los gorriones solo viven si son libres, en cautividad mueren, las palabras, la escritura, las personas... siempre deben ser libres.
Por supuesto, este castellano, no puede dejar de lado el espíritu del mayor genio de las letras castellanas, españolas y mundial, Miguel de Cervantes, de ahí la frase y las siluetas de mis admirados Sancho y don Quijote.
El título del blog, es lo de menos, me gustaba mucho el anterior "Pisando barro, soñando palabras", pero es el título de mi libro de poemas. Soy campesino, podría haber puesto Los surcos torcidos de Paco Arenas, pero los campesinos son más rectos y eficientes que yo, nunca dejan nada a mitad, yo sí, por eso los renglones, ¿torcidos? creo que está claro, apenas aprendí a coger un boli; sin embargo, aprendí a leer en silencio, y a escribir con rabia, como si estuviera cavando olivas.
Ahora, sabiendo que mientras existan delincuentes en las instituciones, los mayores de 55 tenemos más que difícil encontrar trabajo (estoy a punto de cumplir 58), quiero escribir, no para ganar dinero, ojalá, sino, al menos, para expresar lo que siento.
Paco Arenas
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