Días de indecisión,
de romper cada una de las palabras,
de ser patético entre los patéticos,
de dar consejos a todas horas
«prudentes»,
sin ser capaz de aplacar esas ansias de volar
que me ordenan romper los cristales
que aprisionan mi libertad.
¡Oh, prudencia!
No molestes,
tu opinión no importa,
la verdad no has de encontrar…
¡No pienses! ¡Estúpido!
Sigue al líder sin rechistar
como un imbécil sin criterio.
No molestes, obedece,
a ti te toca callar.
No pienses, obedece,
pensar...
te hace libre,
pero te puede matar.
Paco Arenas 18 de mayo de 1981
Mis otros libros:
Los manuscritos de Teresa Panza
Caricias rotas
Esperando la lluvia-Cuentos al calor de la lumbre
©Paco Arenas
Mis otros libros:
Los manuscritos de Teresa Panza
Caricias rotas
Esperando la lluvia-Cuentos al calor de la lumbre
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