Pocas escritoras me
han influido tanto en tan poco tiempo como fue Dulce Chacón. Procedente de una
familia conservadora, siente una gran inquietud por conocer la otra verdad de
lo sucedido y situar la verdad en el lugar que le corresponde. Como muchos, pensaba que la guerra civil
acabará cuando los derrotados puedan contar su verdad y enterrar a sus muertos
y cuando la legalidad usurpada sea reinstaurada o la anormalidad sea sometida a
plebiscito democrático.
“no es ira ni revancha, sino un deseo legítimo de recuperar una memoria
olvidada y secuestrada”.
La construcción de un sueño
Siempre hay tiempo para un sueño.
Siempre es tiempo de dejarse llevar por una
pasión que nos arrastre hacia el deseo.
Siempre es posible encontrar la fuerza
necesaria para alzar el vuelo y dirigirse hacia
lo alto.
Y es allí, y solo allí, en la altura, donde
podemos desplegar nuestras alas en toda su
extensión.
Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos,
en lo más profundo de nuestras inquietudes,
podremos separar los brazos, y volar.
Poesía de Dulce chacón, recordada gracias a María Torres
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