De algún modo soy de esas personas, a las que en no pocas
ocasiones critico. Tal vez mi mundo se ha cerrado a otras inquietudes
cotidianas diferentes a las de la mayoría de la gente. Tal vez sea falso, y
esté equivocado, al pensar que cierta gente, la de arriba, vive de espaldas a
las personas que viven del sudor de su frente, cuando les dejan, a sus
problemas y anhelos, y que realmente los gobernantes le están dando al pueblo,
lo que realmente quiere: fútbol, circo, telebasura, un smaphone, Facebook y un
poquito de pan, y un trapo por el que odiar y si es preciso morir.
Sí, no cabe duda, soy un ignorante, sería incapaz de decir
quién es el portero de la selección española de fútbol, ni cuándo se celebrará
el mundial, ni el nombre de tres toreros famosos, tampoco qué coche es el
mejor, o si la reina es elegante o no, solo sé que se gasta mucho dinero del
pueblo, hasta ahí, y, mucho más lejos llega mi ignorancia.
Sé que hay un programa de televisión que llaman “Sálvame”, y
una tal Belén Esteban, que un día se acostó con un torero, de la cual todo el
mundo sabe vida y milagros, menos yo, que, a mí no me importan un comino, no
puedo argumentar sobre esos temas, soy un ignorante total.
Me gusta la gente que habla, yo soy un charlatán; pero, sin
embargo, en muchas reuniones permanezco en silencio, como si fuese mudo,
oyendo, sin escuchar lo que cada cual dice. Soy tan ignorante sobre esos
apasionantes temas que llenan múltiples conversaciones entusiastas, que
provocan discusiones, peleas y hasta muertes...Temas de conversaciones de las
que yo ignoro todo, y que siendo tan importante para millones de gentes, a mí
me parecen tan banales y estúpidas, que posiblemente, sin lugar a dudas, el
estúpido sea yo.
Me emociona la soledad a la hora de leer, escribir, mirar un
acantilado, una bella puesta de sol, el amanecer a la orilla del mar, o en la
llanura manchega, pasear por las grandes ciudades, callejear solo a las seis de
la mañana o a las doce de la noche, también al mediodía, haciendo fotos a los
gatos, o a una papelera, ropa tendida o un hombre subido a una antena, me
gustaría retratar los rostros de la gente que me cruzo, pero alguno se
enfadaría. Disfruto, también, de esas mismas cosas en compañía, compartiéndolo,
tanto como los abrazos las risas o ver una obra de teatro o una película de
amor, o incluso una comedia tonta, me encanta, en mi ignorancia, hablar de
literatura y aprender, también de política, sin comprender que la gente viva,
según yo, en la inopia, y vote a ladrones y consientan que les roben el futuro
a sus hijos...
Lo confieso, de los temas que realmente gustan a una inmensa
mayoría de las personas, soy un ignorante total.
Critico a los patrioteros de trapo, pero yo soy uno de
ellos, también me emociono al ver ondear mi bandera (claro, que la mía tiene
más colores y es más bonita). Sí, también me emociono al ver una estampa del
Quijote, un molino de viento, un arado, una hoz, una foto antigua, o mis gatos
jugando entre mis libros, como si buscasen ratas de bibliotecas…
Tal vez sea tarde para cambiar, tengo la cabeza gorda, pero
el procesador tan viejo…
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