Reconozco que me da cierto reparo poner poemas de juventud, cuando realmente creía ser poeta. Ahora sé que no lo soy, que mis poemas más que poesía son gritos de gargantas secas, sin embargo, cuando los leo, después de tantos años guardados en el olvido, noto o siento esas sensaciones que entonces sentía y veo que en realidad no ha cambiado tanto la historia, que seguimos tropezando en la misma piedra, que tal vez no tenemos remedio y tenemos el gobierno que nos merecemos. En fin., aquí os dejo un poema escrito por este impostor de la poesía:
La pluma como espada
Hoy, miro con
los ojos de ayer,
del
adolescente rebelde
dispuesto
empuñar la pluma
sobre los
afiladas hojas de papel,
para llevar
a cabo revoluciones
con las
palabras como armas,
y los
versos como municiones hirientes.
Dejo atrás silabas sutiles,
y el
medroso sentido de la sensatez,
lanzándome
al precipicio de la osadía
de quien no
tiene nada que perder.
Miro a los
ojos al parásito
de las palabras prostituidas,
reyezuelo que nunca dobló la cerviz,
ante sus
ojos me quito la mordaza impuesta,
disparando
mis versos contra sus guardias.
La leña
arde si se acerca la cerilla,
la sangre
se derrama más fácil
que la
tinta sobre el papel.
Las heridas
empapan la tierra de dolor
si el verso
no vuela libre,
si la
mordaza tapa la boca…
las
gargantas gritan:
¡
Revolución!
©Paco
Arenas 9 de diciembre de 1983
©Las abarcas del campesino analfabeto que soñó ser
poeta
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